viernes, 15 de octubre de 2010

MURPHY

Como mucha gente he esperado que llegara el día de hoy, setenta días. Por fin treinta y tres mineros han conseguido salir de un hueco en la tierra que los acogió durante todo ese tiempo. Me viene a la cabeza la idea de la tierra como madre que ampara a sus hijos en caso de necesidad. Y que mayor necesidad que la de estos mineros (representantes de muchos otros en Chile y en todo el mundo), sin jornal desde hace meses y trabajando sin condiciones de seguridad en una mina que debía haberse cerrado hace tiempo.

He esperado antes de escribir sobre ellos a que todos hubieran salido. Por algún motivo me daba miedo incluso pensar en lo que estaba ocurriendo por si desencadenaba alguna fuerza invisible que rompiera el difícil equilibrio en el que vivían estos hombres y se hacían daño.

Pero hoy que puedo alegrarme por fin de que estén sanos y salvos quiero decir dos cosas: primero que ojala les paguen todo el dinero que les debían hasta el día del accidente y desde ese mismo día les paguen también los jornales, las horas extras, las nocturnas y las festivas y que no les falte ni un solo peso. Y segundo a pesar de todas las posibilidades que había de que algo hubiera salido mal en esta ocasión la ley de Murpfy no se ha cumplido.

Y de verdad que ya tenia ganas de verlo.

epch

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