Al parecer un grupo de personas, belgas en este caso, que sufrieron abusos sexuales por parte de ciertos agentes de la iglesia católica, han decidió demandar judicialmente estos hechos en los tribunales y no aceptar las posibles compensaciones económicas con que esta secta suele tapar y dar por zanjados estos vicios. Habrá que empezar a plantearse que una vida de castidad y mas dedicada a dios no hay dios que la aguante.
Estos apóstoles de la virtud intentan convencernos, y convencerse a si mismos, de que se puede aguantar los deseos y de paso santificar el aparato sexual. A tenor de la cantidad de denuncias que ya hay sobre este tema y a medida que vayamos sintiendo menos miedo de ese dios que consiente lo que consiente, iremos denunciando y mucho me temo que llegar a ser tan colosal la acusación que no ya la iglesia sino el mismo dios deberá tomar cartas en el asunto.
Igual este es el verdadero juicio final y en vez de saber quienes fuimos buenos o malos solo se trataba de saber como estos piratones de cristo nos jodieron: con fé o con mala fé.
epch
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