jueves, 25 de marzo de 2010

Ideario

... como ellos, tengo un barco con velas de plata

en el que vive mientras me quiera, una rata.

Y como todo corsario que se precie

de palo tengo una pata

por cuenta de la muerte.

Ella dice que fue suerte y que engañe al destino

pero no hay pirata que desprecie una partida de cartas

enamorarse en su barca y una botella de vino.

Así que de hoy en delante pirata

por mas señas señor de las tintas oceánicas

el terror de los mares de palabras:

el pirata chino.

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