La noticia me ha explotado en el estomago desde que he leído los titulares: La FAO, el departamento que estudia sobre los alimentos en la ONU, quiere que en un plazo no muy lejano comamos insectos.
El asunto quieren sostenerlo como medida par alimentar en el futuro a nueve mil millones de personas y además observan el ahorro de emisiones de CO2. Comentan entre otros, el bajo coste de energía en la producción de estos bichos (parece ser que en Tahilandia ya existen granjas) y la gran cantidad de proteínas, minerales, aminoácidos y demás, que poseen los insectos en comparación con los alimentos mas tradicionales. Con mas tradicionales me refiero a las culturas mas occidentales pues en buena parte del mundo sean fritos, cocidos o crudos ya se comen grillos, saltamontes, hormigas, tarántulas y todo tipo de gusanos y orugas.
Supongo que para el futuro entre comer estos bichitos o comernos nuestras propias cenizas recicladas como la novela de ciencia ficción “Un mundo feliz” habrá que tomar una determinación con los ojos cerrados y la nariz tapada. Que lejos quedara dentro de poco, nuestras pataletas estupidas por comer pollos de granja, doradas de granja o tomates de invernadero como ejemplo de alimentos de hoy en día sin sabor.
A mi que quieren que les diga, hay aspectos de la muerte que no me parecen tan horribles. (Que coño será, lo que mojemos en la leche en vez de galletas?)
epch
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